Por eso nos llamamos Rosario Sin Bragas, porque hemos decidido sacar a la luz, desde lo más privado y personal, nuestro profundo deseo de transformar las ideas y acciones que aún impiden que la igualdad por motivos de género y orientación sexual sean una realidad. Sin embargo, nuestra lucha no termina allí. Como feministas somos conscientes de que el machismo, inscrito en un sistema cultural hetero-patriacal, ha sido funcional y/o se ha apoyado en otros sistemas de opresión como el colonialismo, el capitalismo, el racismo o supremacía blanca, entre otros. Por tanto, nuestro compromiso es apoyar la construcción de un feminismo interseccional latinoamericano que esté informado y actúe en consecuencia con nuestro proceso histórico particular, reconociendo las distintas formas de opresión que aún debemos enfrentar en nuestros contextos de manera articulada.